Antes de que el concepto de economía azul fuera común, el Puerto de Mataró apostó por ella para transformarse.
Aunque la ocupación de los amarres era considerable, desde 2015 se detectó un deterioro en la atracción de la zona comercial. Empezaron a ser demasiado frecuentes los incidentes de orden público en actividades nocturnas. Según la teoría criminológica, cuando una ventana se rompe y no se repara pronto, las soluciones terminan siendo más costosas.
En octubre de 2015, la Policía de Mataró y los Mossos d’Esquadra tuvieron que intervenir, con incidentes que involucraban armas de fuego, cuchillos y drogas en las discotecas. Estos problemas no se resolvieron hasta que el Puerto renovó las concesiones.
El Puerto de Mataró es un consorcio formado por la Generalitat (66%) y el Ayuntamiento (33%). Con 1.650 metros lineales de pantalán de tres metros de ancho y 1.080 amarres, es un puerto deportivo con cómodos accesos, especialmente desde el interior de Cataluña, gracias al túnel de Parpers, que enlaza las autopistas C-32 y AP-7.
En el proceso de transformación (Plan Estratégico del Puerto de Mataró, 2016-2030), los órganos de gobierno del Puerto trabajaron para entender las motivaciones de sus clientes y usuarios objetivo.
El usuario básico de servicios de amarre estaba bien atendido por el fácil acceso en carretera y la disponibilidad de aparcamiento en el Puerto.
En cambio, la ciudadanía de Mataró y los visitantes de la ciudad no valoraban sus instalaciones del Puerto de Mataró, debido a la barrera de la N-II y las vías del tren.
Desde Angerri Consultors, se trabajó en la reorientación del Puerto de Mataró con el objetivo de poner el «Mar en valor». La meta era abrir Mataró hacia su frente marítimo y recuperar las actividades económicas propias de un puerto, lo que hoy llamamos economía azul.
La estrategia se centraba en generar empleo y riqueza a partir de la actividad náutica, premiando a clientes y usuarios fieles de los locales comerciales. También buscaba desarrollar la actividad comercial, compatible con el modelo del Puerto de Mataró como centro de actividades náuticas y deportivas.
Hoy en día, esta orientación hacia actividades deportivas, científicas y económicas ligadas al mar es cada vez más común en los puertos deportivos, pero el Puerto de Mataró fue precursor con su plan estratégico.
El final del periodo de concesiones de locales comerciales (con cerca de 30 locales cerrados en mayo de 2018) facilitó orientar la transformación y coordinar actuaciones.
La inversión de 5,6 millones de euros, justo después de la pandemia, ha puesto el «Mar en valor» para toda la ciudadanía. Margarita Díez, gerente del Consorcio Puerto de Mataró y responsable de la transformación desde octubre de 2019, explicaba: «Queríamos atraer al público familiar con juegos infantiles y espacios de paseo».
La evaluación de resultados muestra el éxito de un conjunto equilibrado de restaurantes, bares y negocios relacionados con el deporte y la náutica.
«Actualmente, todos los locales están ocupados y en cuanto a los amarres, solo un 3% está disponible sin contar los reservados para barcos de paso», explica Margarita Díez.
Los establecimientos ofrecen horas gratuitas de aparcamiento para clientes, abaratando el coste en las 800 plazas disponibles. «El verano pasado tuvimos que cerrar el parking por las noches porque se colapsaba», explicaba Margarita Díez a Elena Ferran, de El PuntAvui, en julio de 2024.
La nueva orientación del aparcamiento, con periodos gratuitos para los clientes de las actividades comerciales, ha optimizado las instalaciones, registrando 450.000 coches aparcados al año.